Aunque todos se parecen, no son iguales; puede estar hacia afuera y con formas distintas. ¿Sabías que el ombligo también podría dar una pista sobre tu salud? Te explicamos por qué.
Para saber más al respecto, primero debes identificar qué forma tiene tu ombligo y así conocer lo que significa.
Ombligo abultado
El ombligo abultado o salido se parece a un botón. Quienes tienen este tipo de cicatriz son más vulnerables a sufrir una hernia, por lo que deben procurar no cargar objetos muy pesados.
Ombligo hundido
Si tu ombligo es profundo y con una forma circular, podría indicar que se tiene tendencia al sobrepeso, pues cuando hay mucha grasa abdominal el ombligo suele hundirse. Si eres delgado y tu ombligo tiene esta forma, podría ser signo de problemas digestivos.
Ombligo alargado
Es uno de los ombligos más estéticos, gracias a que indica que los músculos del abdomen están fortalecidos. Es el tipo de ombligo que suelen tener los deportistas.
Ombligo en forma de T
Este tipo de ombligo recibe su nombre debido a que su forma simula la letra T. Quienes lo tienen son propenso a sufrir dolores abdominales, desde leves hasta fuertes.
Ombligo de almendra
Son los ombligos intermedios, es decir, que no están abultados pero tampoco profundos (incluso suelen ser planos).
Las personas con este tipo de ombligo tienen tendencia a sufrir dolores musculares y desgarres, por lo que deben cuidarse al máximo si realizan actividad física.